Guía de ecodiseño de envases y embalajes. A la hora de crear un embalaje, el primer paso es siempre tener un amplio conocimiento de las necesidades y requisitos que debe cubrir el producto que se ofrece. Sí, pero ¿cómo hacerlo? Con un briefing creativo y efficace!

Guía de ecodiseño de envases y embalajes

Con los clientes, lo que marca la diferencia es una comunicación adecuada. Y ello por dos razones en particular

  • conseguir un envase profesional muy funcional y, al mismo tiempo
  • simplificar su trabajo de diseño

Hemos preparado para ti una serie de preguntas descargables que te ayudarán a gestionar la sesión informativa con el cliente. Una vez que tengas todas las respuestas, ¡podrás empezar a crear tu envase de inmediato!

1. ¿Cuáles son las principales características del producto?

El punto de partida para tu trabajo de ideación y diseño del empaque es que te expliquen detalladamente cuáles son las características principales del producto. Tendrás que reunir toda la información al respecto de manera clara y precisa para tener una visión completa y exhaustiva del artículo. Haz una lista completa de todas sus características, desde los puntos débiles hasta los fuertes, para saber qué aspectos críticos tendrás que abordar y resolver durante la fase de diseño. Este paso te dará la oportunidad de diseñar un envase útil, adecuado tanto para proteger como para realzar el producto de la mejor manera posible, garantizando su éxito.

2. ¿Qué lo hace único?

Normalmente, los clientes responden a esta pregunta con una lista de los innumerables méritos de su producto. Pero a esta pregunta, debes pedirles que respondan con una sola palabra: que te digan cuál es la verdadera singularidad del producto (o al menos su característica más importante y distintiva). En otras palabras, intenta comprender cuál es la razón real y objetiva por la que un comprador potencial querría elegir ese mismo producto frente a la competencia. La respuesta a esta pregunta te ayudará a enmarcar y definir con detalle el mensaje más importante que tu envase debe comunicar a los consumidores. Recuerda que la caja es el primer factor, y a menudo el decisivo, a la hora de elegir un producto.

3. ¿Cuál es el precio de venta del producto?

El factor económico es muy importante para un proyecto de diseño de envases. De hecho, es en función del precio de venta del producto como podrás definir con el cliente el presupuesto adecuado para el envase. No hay una regla específica: en general, cuanto más cueste el producto, más podrás invertir en el envase para crear una solución que haga destacar el producto y eleve la percepción de su valor.

Por ejemplo: si su cliente vende sal de mesa común, el máximo presupuesto que podrías invertir en el envase sería solo unos pocos céntimos de euro, lo que limitaría las opciones de materiales, acabados de impresión y tecnologías de producción. Pero si se trata de un cosmético de alta gama, como una crema facial antiarrugas que se vende a 40 euros por envase, seguramente el presupuesto para el diseño y la producción del envase sería mucho mayor. Con un presupuesto más alto, podrías elegir y usar materiales y acabados que realcen aún más el producto. ¿Un ejemplo? La posibilidad de hacer cajas en cartón más valioso con decoraciones, microcortes láser, efectos de estampado, relieve, entre otros. Estos elementos adicionales pueden aumentar los costos de producción del envase.

4. ¿Cuál es el público objetivo?

En otras palabras: ¿quién es el cliente típico? Debes comprender a qué audiencia está destinado el producto: ¿se trata de clientes exigentes y dispuestos a gastar mucho para poseer un producto exclusivo; o se dirige a un público más fácilmente complaciente, más atento al precio que a la calidad y que busca, por lo tanto, ahorrar?

Deberás elegir el tipo de packaging a realizar también en función de las características del público objetivo y de las acciones de marketing relacionadas: tipo de comunicación, precio y canales de venta (pequeñas tiendas, grandes superficies, boutiques exclusivas). De hecho, el packaging deberá adaptarse a las necesidades y expectativas del cliente tipo y «»trabajar»» junto con todos los demás elementos de comunicación y ventas para llegar y conquistar al público identificado.

5. ¿Quiénes son los competidores?

Una vez que hayas recopilado toda la información sobre el producto, es necesario analizar también los productos de los competidores. Esta actividad es muy útil para comparar el artículo que debes empaquetar con los que ya están presentes en el mercado y comprender cómo se presentan los competidores en el mercado. Conocer a la competencia es una excelente herramienta para encontrar la mejor manera de destacarse de ella y diseñar un envase capaz de hacer notar y prevalecer sobre el producto de tu cliente.

Por ejemplo, en el sector lácteo, generalmente se prefiere el uso de colores como el blanco, el azul y el verde porque comunican una sensación de frescura. Casi todos favorecen su uso. ¿Cómo diferenciarse? Puedes intentar cambiar las reglas del juego y proponer tonalidades y gráficos totalmente nuevos, menos utilizados, para llamar la atención de los posibles compradores y sorprenderlos.

6. ¿El envase debe ser primario o secundario?

Si estás trabajando en un envase para el sector alimentario, es de suma importancia preguntar al cliente si el envase será primario o secundario. De hecho, si el embalaje es primario, es decir, está en contacto directo con el producto contenido, los materiales, acabados y gráficos deben cumplir con normativas específicas. Por ejemplo: el cartón, el pegamento y las tintas deben ser aptos para el contacto con alimentos.

En este caso, después de haber diseñado tu envase conforme a la ley, podrás aprovechar esta característica a tu favor comunicando deliberadamente a los consumidores que el envase ha sido diseñado de manera impecable, según la normativa, y que, por lo tanto, es adecuado para contener alimentos. De esta manera, resaltarás la atención de la marca a la salud del consumidor.

7.¿El empaque se llenará a mano o de manera automática?

Si los productos se van a envasar en una instalación automatizada, solicita las pautas de las máquinas utilizadas y diseña el empaque en función de esta información técnica. Por otro lado, si las cajas se llenarán manualmente, tendrás una mayor libertad de diseño. En este último caso, por ejemplo, puedes optar por un empaque con fondo automático para facilitar el proceso de apertura y llenado manual de las cajas.

8. ¿Cuáles son las características físicas del producto: peso, dimensiones, forma y consistencia?

Las decisiones relacionadas con el diseño estructural (forma, dimensiones, tipo de materiales y gramaje del papel) dependen estrechamente de las características físicas del producto. Por ejemplo, al crear una caja para una botella de licor, debes tener en cuenta que el peso se concentrará en una superficie generalmente reducida, la base de la botella, por lo que el fondo de la caja deberá ser lo suficientemente rígido y estable para soportar el peso del producto: te recomendamos un fondo automático o semi automático. Si, en cambio, se trata de un embalaje para un producto voluminoso, como un panettone, será importante encontrar una solución de envasado práctica que facilite su transporte.

Conclusiones

Esta lista de preguntas te ayudará a recopilar toda la información necesaria para el diseño de un nuevo embalaje útil y funcional, optimizando tu trabajo y permitiéndote alcanzar resultados óptimos en el menor tiempo posible.